Ala Voronkova y Guerassim Voronkov durante un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York. |
ANNA ESTALLO / Barcelona
Pocas veces se da la ocasión de poder entablar
conversación con grandes artistas como Ala Voronkova y Guerassim Voronkov, grandes
no solo por su talento sino también por la sinceridad, naturalidad y el apasionamiento
que demuestran en todo momento.
Exhiben la fuerza y la maestría que cultivaron desde su
niñez en Rusia, ese país de grandes músicos y escritores donde se formaron y
dieron sus primeros pasos como profesionales.
Ala Voronkova ha sido primer violín de la Orquesta del
Teatro Bolshoi y solista de la Filarmónica de Moscú; Guerassim Voronkov,
pianista i violinista, ha desarrollado una larga carrera, dirigiendo algunas de
las formaciones más reconocidas. Ha sido profesor y director de la
Orquesta del Conservatorio Superior del Liceu de Barcelona, director titular de
la Sinfónica de la Academia del Gran Teatre del Liceu y, actualmente, es profesor de Maestría
en Dirección Sinfónica de la Universidad Nacional de Colombia.
Este jueves, día 24 de enero (20.30 h) los tendremos en directo en el Teatre Principal de Valls.
Este jueves, día 24 de enero (20.30 h) los tendremos en directo en el Teatre Principal de Valls.
¿El
tándem Voronkov/Voronkova es la clave del éxito?
[Guerassim Voronkov] “Llevamos muchos años tocando juntos
y nos sentimos muy bien en cada concierto. En los ensayos ya es otro tema, pero
en los recitales es todo un placer tocar con Ala Voronkova que es una gran
violinista. Y si nos gusta tocar juntos creo que al público también le debe
llegar esa emoción de satisfacción.”
¿Tan
tremendo es eso que pasa entre ustedes durante los ensayos?
[Guerassim Voronkov] “Nos peleamos mucho. La principal
razón de esas peleas radica en la manera
diferente que tenemos Ala y yo de preparar un concierto. Ella cuando viene a
ensayar lo trae todo muy preparado, pensado y hecho al cien por cien. En
cambio, yo normalmente estoy a la mitad del camino y cuando empieza el ensayo
propongo cambios, maneras de hacer algo diferente a lo que trae Ala y es
entonces cuando empiezan las discusiones, que acostumbran a ser muy fuertes.
Lo que tratamos
durante los ensayos tiene que ver con los conceptos, con la interpretación, y
no con los detalles técnicos. Ella ya tiene en mente cómo va a ser esa
interpretación y yo tengo la mía, así que tenemos que buscar un punto
intermedio. Sin embargo durante el concierto ya no nos podemos pelear. Ese es
el momento en que intentamos unir nuestros temperamentos. Después de treinta
años tocando juntos ya sé cómo respira y cómo construye sus frases… y realmente
es un placer tocar con Ala Voronkova.”
[Ala Voronkova]”Ciertamente, saltan chispas… pero eso es
bueno porque sin discusión no hay nuevas ideas y desaparece la creatividad.
Estar de acuerdo en todo sería muy aburrido."
¿Fue
tocando juntos que llegó el amor?
[Guerassim Voronkov] “Me enamoré a primera vista y no por
la música, todo lo contrario que Ala. Ella ni se daba cuenta que yo
existía, casi ni me daba los buenos días. Yo intenté conquistarla y la única
manera de conseguirlo fue a través de la música, así que le ofrecí tocar juntos
con la idea de conocernos un poco más.”
¿Y
qué dijo Ala?
[Guerassim] “Me dijo que le gustaría tocar la Sonata para violín y piano de
Shostakóvich, una de las más exigentes que existen y, -casi- rompedora de dedos
para el piano, pero como yo estaba muy enamorado acepté el reto. Así es que me
encerré con mi piano para estudiar esta sonata.”
¿Qué
pasó en aquél concierto?
[Guerassim]”Creo que fue bien. Ese concierto forma parte
de una etapa en que todavía era estudiante. En Catalunya Música pasan de vez en
cuando esta sonata que tocamos en 1992. Es una grabación en directo, pero la
calidad es bastante buena.”
Sus
orígenes –Rusia y Ucrania- les sitúan en unos países que se caracterizan por
ser eminentemente musicales. ¿Qué les trajo a un país mediterráneo con una
cultura y tradiciones tan diferentes?
[Guerassim]”Si observamos el panorama internacional
encontramos muchos artistas que trabajan en países que no son su lugar de
nacimiento. Esto lo podemos ver en grandes músicos de todos los tiempos; nacen
en un país y acaban su vida en otro. Para nosotros fue una decisión muy difícil
y Ala no estaba muy de acuerdo en que nos marcháramos, pero finalmente la
convencí.
Era el año de las Olimpiadas en Barcelona y la ciudad en aquél momento
era un volcán de ideas, de creatividad, de explosión de música, de muchos
conciertos y orquestas… por lo tanto merecía la pena venir a esta maravillosa
ciudad, y creo que hicimos bien viniendo aquí. De vez en cuando vamos a Rusia y nos alegra ver que se está
recuperando. No podemos olvidar que durante la década de los 2000 la música
vivió una situación muy complicada en Rusia.”
¿Tienen
proyectos allí?
[Guerassim]”Junto con Ala acabamos de estar en San
Petersburgo y Kazan, ciudad famosa por haber sido sede del mundial de fútbol.
Allí hemos tocado el concierto para violín y orquesta de un compositor catalán
como es Moisés Beltrán, y hemos quedado asombrados por el cambio de mentalidad
de los músicos y los organizadores; ahora son más optimistas y positivos que
hace treinta años. A pesar de que era una obra totalmente desconocida en Rusia,
tuvo un gran éxito.”
¿En
qué se han inspirado para confeccionar el programa que lleva por título Joyas del ballet ruso?
[Guerassim] “Ala y yo nos conocimos en el Teatro Bolshoi
y ahora en el repertorio de Joyas del
ballet ruso hemos incluido esa música de nuestros años de miel, estábamos
plenamente enamorados y los espectáculos del ballet eran una maravilla. Sin
duda, lo que más nos encantaba era la música, porque nos trasladaba a nuestra
infancia y juventud, y a los primeros años de matrimonio. Esas obras para
violín son muy románticas y reflejan muy bien nuestros sentimientos musicales
como pareja. Yo decidí hacer un arreglo de la obra Romeo y Julieta de Prokofiev, había algunas que ya habían sido
arregladas y siempre tenían un gran éxito se tocaran donde se tocaran, pero
como se trataba de obras sueltas se nos ocurrió crear una suite en un formato
reducido para poder explicar la historia de amor de Romeo y Julieta.
Pienso que
en esta versión para piano y violín se destaca más la belleza de la línea
melódica, esa preciosidad del discurso construido por un gran melodista como
era Prokofiev. Esta versión que ofrecemos es una versión aún más íntima de esta
joya que compuso el gran Sergei Prokofiev.”
[Ala Voronkova]”Hemos añadido una obra más al repertorio.
Se trata de Tango escrita por
Guerassim. Estas navidades él nos hizo ese regalo tan valioso e inolvidable: Campanas de boda, Songerie (escrita a ritmo de
vals), y Tango. Me hubiera
gustado tocar las tres piezas, pero el programa no se puede cambiar tanto,
aunque quizás si el público queda contento y se anima… Para mí es un gran sueño
sentir y ver lo que expresa mi marido con música, que es quizás mucho más que con palabras.”
Uno
de los alicientes de sus conciertos es la participación de su hija, Maria
Voronkova, encargada de presentar e introducir el repertorio.
[Guerassim]”Sí, un buen día se nos ocurrió ofrecer en el
Centro Cívico del Putxet en Barcelona, una serie de actividades bajo el título Conversaciones musicales organizadas por
nuestra hija, María, que antes de nacer ya conocía sonatas de Chostakovich
porque en casa vivimos rodeados de música, como mínimo entre nueve y diez horas
cada día. Ella es actriz y directora de escena y acumula más de veinte títulos
entre ópera, musicales, zarzuela y oratorios, y sus Conversaciones musicales
han tenido un éxito enorme. Por eso decidimos incorporar sus habilidades a
nuestros recitales.”
Joyas
del ballet ruso fue un éxito en el Carnegie Hall de Nueva York la primavera
pasada.
[Guerassim]”Nosotros fuimos los primeros sorprendidos.
Esta era la primera vez que tocábamos en Estados Unidos y nos llenaba de
felicidad poder hacerlo en una sala tan importante, aunque debo decirle que
estuvimos a punto de no tocar debido a una gran tormenta de nieve que paralizó
toda la ciudad. Me pasé el día esperando esa fatal llamada en que te comunican:
ʿLo sentimos pero
tendremos que anular el concierto…ʾ, pero al final el concierto se mantuvo en cartelera y
cuando salimos al escenario vimos que la sala estaba llena!
También hay que
decir que una gran parte de los espectadores que asisten al Carnegie Hall son
descendientes de emigrantes rusos, así es que ese día con un repertorio eminentemente
ruso, se daban todos los ingredientes para que el concierto fuera un éxito tan
importante que incluso el director del Carnegie Hall nos hizo llegar una
felicitación personal por la repercusión que tuvo el espectáculo.”
Dicen
de Ala Voronkova que es una eminencia en el repertorio ruso. ¿Está de acuerdo?
“No lo entendería de otra manera. Nací en Ucrania y a los
13 años me trasladé a Moscú para estudiar violín. Llevo la música en la sangre
porque Rusia y Ucrania son países con una gran tradición musical, lo mamamos en
la leche materna. En mi país la educación musical es vital, escuchamos música
en todas partes: en casa, en el transporte, en la calle… y si encima te dedicas
a la música como profesional asistes a concierto dos o tres veces por semana, como
mínimo. La música existe de forma natural en nuestro cuerpo.”
Me
hablaba de Rusia y Ucrania. ¿Cómo ha vivido el conflicto entre esos dos países?
“Me ha afectado profundamente y me ha causado una
gran tristeza. Rusos y ucranianos siempre habíamos sido muy amigos y nunca
habíamos tenido problemas, pero de repente vimos de qué manera se hacía crecer
el odio entre la gente; y eso fue una barbaridad. Creo que para superar este
trauma va a ser necesario que pasen muchos años. También es cierto que los amigos
que teníamos los seguimos teniendo porque entre gente inteligente no existen
conflictos. Ahora han quedado secuelas: hay problemas para ir a Ucrania, para
ir a Rusia…”
¿Cómo
se define Ala Voronkova?
“Soy muy apasionada. Tocar la música sin expresión, con
falta de pulsación y de pasión es imposible, aunque existen grandes músicos que
tienen mucha técnica, pero expresan poco. La música es para las pasiones.”
¿Es
con el repertorio ruso que se siente más cómoda?
“Me gusta el repertorio ruso, pero también toco Bach,
Vivaldi, Piazzola, Paganini, Brahms… pero es obvio que el origen de un músico marca su trabajo. Ahora bien, con el repertorio español, por ejemplo, me
siento igual de cómoda porque pienso que el temperamento y el concepto de la
música son muy parecidos, aunque el estilo sea muy diferente. Por cierto, que recientemente grabé el disco Aires gitanos conjuntamente con el
guitarrista Sergi Vicente con obras de Falla, Sarasate, y Monasterio, entre
otros. Se trata de obras que en la mayoría de los casos han sido arregladas
para violín y guitarra.”
¿Están
preparando algún otro disco?
[Ala Voronkova] “Sí, ahora estamos trabajando en un álbum
sobre Joyas del ballet ruso, que en
un par de meses podría estar en el mercado.”
Hábleme
de su violín porqué creo que también es una joya.
“Sí, es un Maggini de 1600, un instrumento original de la
época del cual hay muy pocos ejemplares en el mundo, menos de cincuenta.”
¿Cómo
lo consiguió?
“Es una historia increíble, si lo hubiera buscado no lo
habría encontrado.”
Siga,
siga… Que intriga!!
“Yo tenía un muy buen instrumento francés, y aunque en el fondo
siempre albergaba la idea de poder conseguir un violín italiano, todos los
que probaba no me convencían. Un día, después de un concierto de Chaikovski un
luthier francés vino a verme y me ofreció este violín porque pensaba que estaba
hecho para mí. Mi marido se asustó muchísimo, no lo vio nada claro, primero por
el precio, y luego por su tamaño, que es lo que caracteriza a este tipo de
violines: son más grandes de lo normal.
Maggini nació cuando murió Stradivarius, que ya puso las
normas estrictas del tamaño de este
instrumento. Maggini todavía no había fijado estos límites y todos sus modelos
se caracterizan por su tamaño. Mi violín, por ejemplo, es un centímetro y seis
milímetros más grande que los violines convencionales. Y yo soy más bien
pequeña y de manos menudas. Por eso mi marido quería quitarme de la cabeza esta
idea, pero cuando cogí este instrumento vi claro que era para mí.
Él me quiso poner a prueba y me invitó a tocar con este
violín al día siguiente en un concierto que tenía programado, sin tener tiempo
de habituarme a mi nuevo violín. Estaba tan enloquecida con el sonido de este
instrumento que acepté el reto. Mi marido, tan astuto como siempre, invitó a sus
amigos al concierto y les hizo sentar en sitios estratégicos de la sala para
poder escuchar cómo sonaba este violín. Guerassim estaba convencido que yo iba
a sufrir y que el violín no iba a sonar nada bien. Al final del concierto
tuvieron que reconocer que el sonido del violín les había maravillado.”
Una
pieza única… e irrepetible.
“Por supuesto, además este violín, hecho de madera de
abeto y arce, en sus orígenes tenía una cabeza de forma cuadrada [parte dónde se sujetan las
clavijas] que se consideraba más bien un adorno, aunque eso no
afectaba para nada a la virtualidad del violín, pero sí que era una particularidad
que lo hacía único. Con el tiempo esta particularidad desapareció.”
¿Cuántos
años llevan juntos Maggini y Ala Voronkova?
“Cerca de veinte años; lo quiero casi como a un hijo.”
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